Cloud Computing

Unos de los mayores valores que aporta el Cloud Computing es que va permitir (incluso a empresas pequeñas) poder acceder a los recursos corporativos (aplicaciones, datos, servicios, redes e infraestructura) en cualquier momento y desde cualquier lugar usando cualquier tipo de dispositivo. Esto quiere decir que si por ejemplo estamos de vacaciones y tenemos necesidad de acceder a nuestros datos podríamos hacerlo desde nuestro smartphone. En los tiempos actuales no se concibe que alguien tenga que ir a un sitio determinado para tener acceso a unos datos. Además las soluciones de Cloud Computing nos van a facilitar implementar soluciones de trabajo colaborativo.

El modelo de servicio Cloud Computing es muy flexible y fácilmente escalable. Podremos rápidamente aprovisionar servicios o recursos, o disminuirlos si las necesidades de la empresa o los requisitos de computación varían. En el Cloud los recursos se adaptan al cliente y no al revés.
Además podremos tener una disponibilidad total con un acceso 24x7 a aplicaciones y recursos.

A nivel de costes pasamos a un modelo de pago por uso. Lo que antes era una inversión en un modelo de propiedad (con obsolescencia) que había que amortizar, ahora podemos contabilizarlo como gasto permitiéndonos aumentarlo o disminuirlo en función de la necesidad del momento.

También podemos ahorrar en costes de mantenimiento. La gestión de los servidores es mucho mas simple y podemos implementar también una virtualización de los escritorios de los usuarios que simplifica mucho la gestión de los mismos.
Los puestos de trabajo en la mayoría de casos podrían ser equipos ligeros (“thinclients”) mas económicos y fáciles de administrar que un equipo convencional.

Además al estar nuestra infraestructura en el Cloud en vez de localmente, también nos beneficiamos de ahorro energético (consumo eléctrico y refrigeración del datacenter) y además mejoramos el medio ambiente ayudando a crear un entorno mas ecológico.